4.Momentos

-¿Por qué también te pusiste furiosa cuando me derritieron los
zapatos?-me pregunto con una sonrisa en su rostro mientras nos dirigíamos al auto.
-Porque esos zapatos te los di de cumple y me costaron mucho-le dije con un tono chistoso en la vos.
Entramos al auto y Neytan me acomodo con suma delicadeza para que no me doliera el brazo, Cindy estaba que echaba humo, quien sabe que castigo le puso mi mamá para que estuviera así.
-¿a ellos no los vas a castigar?-Pregunto Cindy con voz aspera por la rabia.
-Gracias por recordarme Cindy-dijo mamá mientras Neytan le mandaba una mirada furibunda a Cindy-Neytan estas castigado
por todo el mes sin salir solo para el colegio y cuatro días a la
semana lavas los platos.
-¿Katia no esta castiga?-dijo Cindy con rencor.
-Me parece que es suficiente castigo que se halla roto el brazo.
Le saque la lengua a Cindy a la vez que ella me pegaba en el brazo roto, no se como pero me aguante y no grite de dolor.
Cuando llegamos al hospital el doctor nos confirmo lo que mamá ya sabia que tenía una fractura en el brazo que era algo grave pero que si me queda quieta y no me molestaba el yeso tal vez se recuperara por completo, claro que a mi ni a mi mamá nos agrado ese “tal vez”.
Me dieron una incapacidad de nueve días y nos fuimos a casa.
-Ya escuchaste al doctor Katy muy quietita haber si te quitan ese
yeso rápido.
Realmente no se si resistiría todo el mes con ese horrible yeso y sin poder mover la mano izquierda tanto tiempo.
En la noche mamá me ayudo a ponerme el pijama y me acostó en la cama.
-Buenas noches Katy, que duermas bien.
Cuando por fin me empecé a quedarme dormida alguien entro en mi cuarto.
-¿Estas dormida Katia?-me pregunto Cindy desde algún lugar de la habitación.
-No o algo así.
Cindy se sentó en el piso al lado de mi cama y me dijo:
-Realmente lo siento no me era mi intención que te lastimaras el
brazo.
-No tranquila empecemos por que yo fui la que se lanzo para
matarte.
-Si pero no lo fueras hecho si yo no te fuera provocado.
-Si, esa si te la concedo, pero al que realmente le deberías pedir
disculpas es a Neytan.
-Katy realmente lo siento, me gustaría recompensarte.
Se me abrió la boca de la sorpresa ella nunca que digo nunca jamás me había llamado Katy, realmente esta decepcionada.
-Deja así no importa mucho realmente.
-Buenas noches Katia.
Se paro y salio por la puerta.
-Huy si esta arrepentida.
-¡Neytan! Que susto me acabas de pegar
-A perdón tal vez primero debí hacer presciencia antes de hablar.
-¿Cuanto tiempo llevas ay?
-“Le deberías pedir disculpas a Neytan”-dijo haciendo una mala imitación mía-desde hay.
Le hice mala cara el bien tenia claro que no me gustaba que se metiera en mis conversaciones.
-Bueno, ya me voy no te molesto más, buenas noches.
Por fin todos se fueron y pude dormir en paz estaba muy cansada, me dolía y sentía como el dolor se iba expandía por todo mi brazo a medida que se iba la anestesia.