Mire el reloj y no lo podía creer eran las 10 de la noche, me puse mi pijama y me acosté en mi cama pero por una extraña razón no podía dormir. Escuche un ruido en la sala y fui haber que era.
Cindy salio de la casa, la empecé a seguir pero llegue a la esquina y me devolví, estaba haciendo mucho frío y yo estaba en mi pijama una camisa manga sisa color verde con azul y unos short, no era que ayudaran mucho. Fue raro pero nadie se había dado cuenta de lo sucedido, ni papá con su oído tan agudo y tampoco mamá con su mirada de rayos x, no le di más vueltas al asunto y me fui acostar.
Me levante extremadamente temprano no eran ni las 5:00 A.m., pero dudaba que me fuera a dormir, fui a la cocina y yo como rara me serví un poco de leche y me senté en una de las sillas, al rato mi mamá llego.
-Katy me asustaste, ¿Qué haces despierta ten temprano?
Me encogí de hombros en respuesta.
-Perdón por asustarte, no era mi intención.
Mi mamá miro un rato mi hombro, no me había dado cuenta que estaba revisando mi brazo con su visión de rayos x.
-Dormiste en mala posición.
-¿Por qué lo dices?
-Corriste algo los huesos.
-¿muy malo?
-No, es algo bueno creo que podemos intentar algo para poderte quitar el yeso.
-¿Qué?- pregunto mi papá que estaba bajando las escaleras.
-Esperemos a que se despierten todos.
Mi mamá nos hizo el desayuno a mi papá y a mí.
-Katy, Neytan hablo contigo?.
-Si, papá cálmate, solo amigos y estoy muy peque para esas cosas.
-¿Quien es?-pregunto mi mamá callendo en cuenta a que me referia.
-¡Nadie!- le dije casi gritando.
-Huy- dijo, mientras veíamos que alguien bajaba las escaleras.
Era Cindy, y Neytan como siempre nos asusto a todos.
-Bueno ahora si nos puedes decir-insistió mi papá mientras miraba a mamá y de reojo a mi. Todos tenían un interrogante en la cara excepto mi mamá y yo, por alguna razón no tenía pura con lo de mi brazo.
-Bueno, Cindy puede derretir el yeso para que luego su papá le trate de encajar otra vez los huesos.
-Mami ¿Por qué no se te ocurríos antes?-pregunto Cindy.
-Estaba muy asustada y no pensaba con claridad, el panico se apodero de mi mente-pensó un momento-pero esto tiene sus riesgos te va dolor mucho y puede que te empeoro la mano.
-No importa voy a correr el riesgo-dije, aunque si estaba bastante asustada.
-Bueno, Cindy nos ¿haces los honores?-dijo mientras señalaba mi yeso, que se derritió dejando un liquido algo pegajoso en el piso y en todo mi brazo. Mi mamá le hecho una ojeada a mi brazo y le dijo a mi papá donde tenia que empujar.
Neytan se puso a hablar conmigo como intento para distraerme, mientras mi papá cogía con delicadeza mi brazo, al empujar mi brazo hizo un crujido y luego salio un grito de mi boca.
-Bueno ya quedo, no molestes mucho con el porque podría empeorar- dijo mi mamá en un tono relajado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario