Un día más de colegio y de sufrimiento, aunque la buena noticia es que en tres días sería viernes, bien aceptemoslo falta toda una eternidad todavía. A pesar de que tengo una vida bastante interesante el colegio sigue siendo bastante molesto, saben no le encuentro mucho sentido a sentarme durante horas a escuchar una persona que sinceramente no estoy segura de si sabe de que esta hablando.
Por fin me decidí levantarme de la cama, dirigirme al baño y darme un duchazo rápido, una vez lista baje a la cocina a desayunar.
—Hola ma'— Salude mientras me sentaba en el comedor.
—Hola Katia, ¿que tal esta mañana?
—Bien, y tú?
Mi mamá me puso uno plato huevos para que desayunara, de un momento a otro mi hermano Nathan apareció de la nada y asusto a mi madre por detrás.
—¡¡Nathan!!—grito histérica—¡cuidado con esos poderes muchachito! Te vas a meter en un lío grande donde lo vuelvas a utilizar—mi mamá realmente estaba enojada.
—No están difícil esconder los poderes hermanito. — dije para molestarlo.
—Cállate Katia, tu al fin y al cabo no tienes poderes—me dijo mi hermano algo molesto.
—Cállate tú, y no era necesario que me hicieras acordar que soy la única de esta familia que no tiene poderes—se me escaparon unas lagrimas aunque no sabia si era de rabia o de tristeza—¡ya es difícil sobrellevarlo sin que te lo recuerden!
Mi madre le mando una mirada envenenada a mi hermano mientras yo me levantaba de la mesa muy furiosa y me dirigía prácticamente azotando las escaleras de camino a mi cuarto.
Me tire en mi cama a llorar era muy difícil, de toda mi familia yo era la única que no tenia poderes.
Escuche unos leves golpes en la puerta para luego ver como se abría y se asomaba la cabeza de mi hermano,
—Lo siento no era mi intención herirte—en sus ojos se le veía lo arrepentido—Katy ¿me perdonas?
En esos momentos se acerco y me abrazo para luego secarme las lágrimas
—Seguro Nat, al final y al cabo no era tu intención
—Gracias, ¿sabes algo?— dijo mientras se sentaba en la cama
—¿Qué?— le pregunte
—Eres mi hermana favorita, te quiero mucho
—Lo mismo
Nathan y yo teníamos una extraña conexión, una que no tenía con mi hermana, Cindy, siempre sabíamos como se sentía el otro o donde se encontraba e incluso cual era su próximo plan maléfico.
—Vamos terminemos de desayunar.
Lo abrace y bajamos juntos al primer piso.
—¿Qué fue todo ese griterío?—pregunto papá mientras bajaba las escaleras.
—Nada importante— respondí rápidamente.
—Muévanse van a llegar tarde al colegio—nos apresuro mamá.
Nuestra madre es muy sobre protectora y nos tenía prohibido utilizar nuestros poderes en público, así que obviamente nadie sabía de el "gran secreto familiar Lavender"
Subí al auto seguida de Nathan y Cindy
2 comentarios:
olas m fasciinO tu blog!! sta waO!! :D
buenO yo stoi mpezandO unO!! spero qe t gust...!!
cheklO!! :D!! voi x el 2° cap...!!
http://historiaaniita.blogspot.com/
Que chulo! Me a encantado! Creo tu historia tiene muy buen futuro! esta genial.
Echale una vistadita al mio :
http://cyaniayjessica.blogspot.com
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